Pese a que no he tenido formación artística reglada, decir que soy autodidacta quizás sea decir demasiado, ya que en realidad, he aprendido y sigo aprendiendo gracias a la observación del trabajo de otras personas.

Dibujar, además de ser la forma de expresarme que más me divierte, es una auténtica filosofía de vida. Me hace pararme a reflexionar y a observar lo que me rodea, a encontrar nuevos puntos de vista de las cosas, a mirar de otra forma, a pensar y comunicar, y a darle un puntito de felicidad extra a mi vida.